Del mismo que tenemos datos del incremento de precios de la vivienda, los tenemos del alquiler. Y si suben unos, los otros no suelen ir a la inversa. Sube el pan, tanto el de barra como el de molde.
Pues volvamos con los datos. El precio medio del alquiler en España se ha incrementado un 7%. Seguramente igual que su salario. Discúlpenme la ironía.
Y ya está, ya tienen el dato. Lo que necesita un buen periodista para titular su último artículo de investigación sobre el alquiler.
Pero vamos un poco más allá. Prefiera un buen bocadillo con un buen pan de barra o quiera un sándwich con un buen pan de molde, intentemos profundizar sobre las razones del incremento del precio del alquiler muy por encima que los salarios.
Bocadillo de Derechos
Ya hemos hablado largo y tendido en esta columna sobre el derecho a una vivienda digna y el derecho a la propiedad privada. Dos derechos que deben coexistir y así lo hacen en nuestra querida Constitución.
También que son los poderes públicos los que tiene que hacer efectivos esos derechos. Ambos y a la vez, no los que más interesan a sus propios votantes.
Porque, no nos olvidemos, según establece la propia ONU, el derecho a una vivienda digna no se ejerce construyendo viviendas para toda la población, va más allá de cuatro paredes y un techo y tiene que ver con poder vivir en un hogar con seguridad y dignidad.
Sandwich de Leyes
Como ya sabemos, hace poco que se aprobó la Ley de la Vivienda, que trata de regular el mercado en “zonas tensionadas”, de una forma que pocos ven efectivas y de la que habrá que ver su recorrido a medio plazo, intentando llevar el debate y la culpabilidad hacía los propietarios y grandes fondos (que tienen poca cuota de mercado). Todo esto para evitar responder de la que sí es su propia responsabilidad, que se genere una sociedad justa donde cada persona con su propio salario pueda adquirir una vivienda en propiedad o alquilar sin necesidad de dedicar un alto porcentaje del mismo al alquiler y no tenga capacidad de ahorro.
Tostada de Alquiler
Y ojo con esto último. El mercado del alquiler está en boca de todos. Nos tenemos que acercar más a Europa. Dejar de ser un país de propietarios. Felices sin anclas a modo de hipotecas que nos eviten ser libres. Y yo se lo compraría (no se lo alquilo) si el alquiler permitiera un ahorro frente a la compra, pero a día de hoy no es así. Ojo con esa generación que no tenga patrimonio en su jubilación. Veremos donde está entonces su libertad cuando las anclas sean de otro tipo.
Porque antes de regular el mercado podría irse un poco más allá: buscar equilibrar el derecho de una vivienda digna con el de la propiedad privada. Garanticemos también los derechos de los propietarios y no únicamente los de los inquilinos, para que aumente la oferta y así, en un mercado libre, se ajusten los precios.
Rosquillas de Salarios
Y arreglemos los salarios, pongamos más liquidez en los bolsillos de los trabajadores para que puedan acceder dignamente a un hogar. No sé, una humilde propuesta…. En vez de dar ayudas…. ¿bajamos impuestos?… Vaya, que eso depende de personas que están más preocupadas de las encuestas que de nuestros problemas.
Una pena, porque al fin y al cabo, entre todos, les pagamos el pan.
Y vaya pan.
Sergio López Alcover, CEO e impulsor de Viviendea.