Por Pilar Gimeno, Interiorista.
¡Hola! La Navidad ya está muy cerca y somos muchos los que todavía andamos decorando nuestras casas, poniendo detalles navideños aquí y allá y haciendo preparativos para poder celebrar estos días con nuestros seres queridos.
En mi casa la decoración de Navidad comienza a montarse el día 8 de diciembre. Desde ese día nos animamos a poner el árbol, decorarlo y llenarlo de luces .
¡Se montó el belén!
Enseguida llega el turno del belén… bueno, de los belenes, pues tengo varios y me gusta repartirlos por casa. ¿Y por qué tantos belenes? Pues uno lo tenemos con pesebre, fue un regalo de mi padre a mis hijos y me gusta ponerlo todos los años. Otro es un belén con un estilo diferente, lo vi un día en un escaparate y me gustó tanto que lo compré, desde entonces siempre nos acompaña en estas fechas.
Conservamos la tradición de colocar al niño Jesús la noche del 24 en el belén que tiene pesebre y los Reyes Magos se colocan lejos del portal y pasito a pasito, día a día, entre la magia de la Navidad y las manos de mis hijos, se van acercando poco a poco hasta que por fin llega el día de Reyes y ya han llegado a Belén.
Estas costumbres a todos nos hacen ilusión, sobre todo a los más pequeños, que aunque ya van creciendo, les gusta mantener la tradición y esperan con ilusión el día del montaje navideño.
La Navidad en tu mesa
Son días de muchas comidas y cenas con familia y amigos. Días de recibir en casa y tenerlo todo a nuestro gusto. Yo le doy especial importancia a la presentación y decoración de la mesa. Aquí las opciones son infinitas; desde las más tradicionales hasta algunas menos típicas, pero que también quedan preciosas. Se puede recurrir a los colores de siempre, los más clásicos que recuerdan a la Navidad, los rojos y verdes siempre triunfan, pero para mí todos los colores son bonitos, si se saben combinar. Por ejemplo, si utilizamos solo blancos y los combinamos con amarillo y dorado, ele resultado es elegante, fresco y también muy navideño.
Pero si lo que quieres es atreverte con colores más vivos, ponte a ello, combina texturas, busca una nota dominante y dale el toque festivo combinando con dorado.
Pero no solo pienses en detalles de decoración o manteles, existen centros de mesa y candelabros preciosos que nos ayudarán a darle a la mesa un toque espectacular. Ojo no los escojas muy altos o frondosos, los comensales deben poder verse las caras y brindar. También hay que tener en cuenta que, si la mesa no es muy grande, habrá elementos decorativos que deberemos retirar a la hora de servir los platos o nos resultará incómodo y acabará todo manga por hombro. Igual con las velas, si las retiramos pero queremos seguir manteniendo ese toque de luz festivo, es aconsejable haber colocado una guirnalda con luces en un punto estratégico que seguirá encendida en todo momento.
Vajilla, manteles y demás familia
En cuanto a la mantelería, a mí personalmente me gustan lisas y combinarla con vajilla decorada, pero si la mantelería va con mucho color y dibujos, entonces opto por colocar vajillas lisas. La combinación perfecta.
El diablo se esconde en los detalles y si tengo tiempo me gusta preparar cartelas con el nombre de cada invitado, es mucho trabajo, pero a la vez un recurso muy práctico, así coloco a los comensales según considero que van a estar más a gusto o entretenidos. Los personalizo y siempre los hago a mano. Compro cartulina, tela, plumas, piedras de colores… hago un diseño y manos a la obra. Tarea ideal para tarde de lluvia en familia.
Las horas pasan y llega el momento de brindar, reír y bailar en familia. Os voy a contar un secreto, en mi casa contamos con el elemento que para mí es la estrella de la noche, nunca mejor dicho, una bola de colores led. Apagamos la luz, conectamos la bola y se llena la estancia de colores, pruébalo y tus techos se llenaran de rayos de luz y ¡a bailar!
¡Felices fiestas a todos!
El interiorismo y la decoración son el paisaje de nuestra vida.
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