Por Pilar Gimeno, Interiorista.
Con la llegada del calor y el aumento de horas de sol, nos damos cuenta que las cortinas son para el verano. Bueno, son ideales para todo el año y casi para cualquier espacio, pero en estos días toman mayor protagonismo y con este título además quería hacer referencia al cine. Las imágenes que acompañan a este artículo son muy veraniegas, pertenecen al proyecto de un ático que realicé en Altea, destino de verano por excelencia.
Este ático, ubicado en la costa de Alicante, no está pensado solo para vivir en verano, pero sí me basé en esta estación para desarrollar el concepto estético; el tratamiento de la luz, el uso de colores relajantes que transmitieran frescor, descanso y relax… un refugio junto a la playa.
A cada espacio su cortina
Hay espacios en los que no soy muy fan de usar cortinas, aquellos en los que se busca una estética muy técnica y profesional, como pueden ser entornos de trabajo, despachos, oficinas y también viviendas en las que se busca un ambiente muy minimalista. En estos casos creo que son mejores otras opciones y si al final me decanto por usar cortinas, es para compensar precisamente la estética más fría de este estilo.
Algo a tener en cuenta siempre es: la elección de la tela de las cortinas condicionará el resto de textiles que usaremos en la decoración.
Si seleccionamos para las cortinas telas en colores neutros; blancos rotos, tonos en arena o gris claro, nos permitirá tener más opciones para el resto de elementos textiles. Así nos será más fácil acertar con los estampados o lisos que seleccionemos para la tapicería de los sofá, las sillas, la ropa de cama… En cambio, si escogemos estampados para las cortinas, el resto quedará más armónico si lo ponemos en telas lisas. ¿Se pueden combinar estampados? ¡claro que sí!, pero nos será más difícil acertar.
Romper el blanco y otros tonos
Hay infinidad de telas para poder elegir. A mí me gustan mucho las naturales, como el algodón y el lino, pero ¡ojo! que el mantenimiento es más delicado. Podemos escoger telas con mezcla, que aguantan mejor el día a día y son más fáciles de mantener.
El blanco roto es un valor seguro, siempre queda genial y es más cálido que el blanco puro. Junto con los tonos arena suaves y claros, aportan un look muy fresco, ideal para las viviendas. Ten cuenta el gramaje, si es para el verano, mejor elegir una tela de trama abierta que deja pasar el aire.
Y ya para finalizar comentaros que a mí me gusta que arrastren un poquito sobre el suelo, quedan más elegantes. Si buscas una estética desenfadada, relajada y elegante a la vez, el lino es una maravilla. Puedes utilizar el lino lavado, también en las tapicerías de los sofás, con opción desenfundable, lavado y puesto. Eso sí, tendrás que aceptar las arrugas como parte de la decoración, pero ¡hay colores preciosos!
Pilar Gimeno
Estudió en la Escuela Superior de Diseño y se especializó en Diseño de Interiores y Dirección de Obra, formación complementada con la especialidad en Diseño y Fabricación del Mueble, del Instituto Politécnico Vicente Blasco Ibáñez, en Valencia.
En 2004 pone en marcha su propio estudio de interiorismo y desde entonces a realizado proyectos para el ámbito público y el privado.
Siempre intenta conseguir espacios bellos y funcionales. Huyendo del “todo a juego”, su estilo personal es ecléctico y le encanta combinar piezas vintage y antigüedades con piezas contemporáneas y detalles modernos.
El interiorismo y la decoración son el paisaje de nuestra vida.
Instagram @piti_gimeno