Viviendea somos una plataforma online. Agrupamos a demandantes de vivienda de obra nueva, estudiamos sus necesidades y los ponemos en contacto con los agentes del sector inmobiliario capaces de generar la oferta. Así promotores, gestores, arquitectos, constructores, inmobiliarias, pueden materializar la mejor oferta posible, la que se ajusta a la demanda, a nuestros usuarios.
No vendemos viviendas y no estamos digitalizando el proceso actual, basado en el producto y en las ventas. Estamos creando un “nuevo” proceso digital basado en el usuario, en el cliente, donde se disminuye el riesgo y la incertidumbre del modelo actual al ajustar la oferta a la demanda.

¿Quién puede formar parte de la plataforma?
Viviendea es, por un lado, una plataforma abierta a cualquier persona que esté buscando una vivienda de obra nueva y quiera conseguir una vivienda “a medida” de sus necesidades, no conformándose con lo que le ofrece el mercado. Por el otro, una plataforma de profesionales de la obra nueva, donde caben promotores, gestores, arquitectos, constructores, inmobiliarias y proveedores de materiales y servicios. Todos pueden conocer con detalle cuales son las necesidades que deben cubrir las próximas viviendas que proyecten, disminuyendo la excesiva incertidumbre del largo proceso inmobiliario de obra nueva y generando una alta satisfacción en el cliente, que ve sus necesidades atendidas.
¿Cuáles fueron los orígenes de la plataforma?
Viviendea (casi sin darnos cuenta) nació con la explosión de la burbuja inmobiliaria en el año 2007. Tras años involucrado como técnico en la ejecución de vivienda de obra nueva, la muerte – prácticamente total- del sector promotor y la prolongada crisis hizo que investigara nuevas vías para “generar oferta”. Nos dimos cuenta que la demanda de vivienda de obra nueva seguía existiendo y que el cliente únicamente podía acceder al mercado de segunda mano.
Parece absurdo que habiendo demanda no se generara oferta, y no se hacía por la gran incertidumbre y las duras condiciones para acceder a la financiación bancaria. Ahí vimos que podíamos invertir el proceso natural – y que todavía perdura – de materialización de un proyecto de obra nueva, ¿cómo?, introduciendo al cliente, al comprador de la vivienda, a nuestro usuario, en una fase muy temprana, de tal modo que el proyecto se puede ajustar, dentro de lo técnicamente viable, a lo que el cliente necesita desde el minuto uno y muchos meses antes de poner un ladrillo.
El proyecto se puede ajustar a la demanda, evitando que nos demos cuenta de que es erróneo cuando ya es difícil dar marcha atrás y hay mucho tiempo y dinero invertido.
La idea de hacer el proceso totalmente digital empezó a tomar forma en el 2013 y a finales del 2014 ya teníamos la primera versión de Viviendea en marcha. Desde entonces hemos evolucionando mucho, principalmente en la interacción con el usuario.

¿Cuál es la estructura de la empresa?
Somos una empresa horizontal donde las decisiones se toman entre todos. En las reuniones siempre motivo al equipo para que me lleven la contraria, para que mejoren o incluso cambien cualquier proceso que redunde en la mejora de experiencia de usuario. La cara visible soy yo, pero no hay nadie debajo, todos están a mi lado. Y eso se nota.
Una plataforma orientada al usuario
Al ser una plataforma B2B2C tenemos dos tipos de usuarios en dos verticales bien diferenciadas que es la que Viviendea conecta. Una es nuestro usuario, demandante de vivienda, que puede ser cualquier persona que esté en proceso de búsqueda de una vivienda de obra nueva. Esta persona diseña la vivienda “ideal” que quiere rellenando un formulario y se registra para formar parte de un grupo de demandantes de vivienda. La segunda vertical son los usuarios profesionales; promotores, gestores de cooperativas, arquitectos, inmobiliarias, constructoras y proveedores de materiales y servicios que pueden utilizar la plataforma y el proceso que hemos creado para desarrollar proyectos ajustados a las necesidades concretas de nuestros usuarios.
¿Entiende el público cómo puede ayudarle una plataforma así?
Poco a poco vamos generando marca, aumentando tanto nuestros usuarios como los profesionales que nos acompañan. Cuando lanzamos la plataforma en el 2014 el mundo promotor y las comercializadoras nos vieron una “amenaza” y muchos usuarios nos confundieron con un promotor o un gestor de cooperativas. Así que en los años siguientes, más que explicar el modelo, nos dedicamos a validarlo nosotros mismos, nos convertimos en nuestros primeros clientes. Esta misma semana comienza la construcción de un edificio de 24 viviendas en Valencia, materializado desde las necesidades de 24 usuarios. 24 viviendas personalizadas, cada planta distinta. 100% de ventas antes de tener el proyecto básico finalizado. Proyecto ajustado a la demanda. Clientes súper satisfechos y el promotor con todo controlado y en marcha. El sueño de cualquier promoción de viviendas.

Esto no ha hecho nada más que empezar
En breve lanzaremos cinco propuestas más junto a un gestor de cooperativas y un promotor, también en Valencia y su área metropolitana. Y con ello hemos vuelto al origen, con el modelo más que validado, para que cualquier persona que busque una vivienda y cualquier promotor puedan entenderse y jugar un partido con doble ganador. Estamos evolucionando el sector hacia el cliente, y para ello llevamos años educando tanto al cliente como al promotor, sabiendo que aún nos queda mucho camino, pues no está siendo nada fácil. Mientras otros modelos digitales son asumidos de forma muy rápida por el ciudadano de a pie, en nuestro caso pesa un modelo tradicional que hasta ahora nadie le ha planteado alternativa. Todavía hoy se sorprenden – “ah! ¿pero es posible empezar el proyecto por el usuario?” – rotundamente, sí.

¿Existía algo similar en el mercado? De haberlo, ¿qué elementos hacen diferente a Viviendea?
Hay gestoras de cooperativas y promotoras que tienen bolsas de demanda, pero, evidentemente, para ser usadas por ellos mismos. Viviendea no es promotora ni gestora, es un proceso que pone al usuario en el centro de la toma de las decisiones. Cuando lanzamos la plataforma en 2014 no existía nada similar en todo el mercado nacional. Han habido algunas propuestas que han intentado hacer lo mismo, pero es difícil aguantar un proceso tan dilatado en el tiempo si no se materializan propuestas concretas y han terminado por cerrar. En la actualidad algunas promotoras y gestoras de cooperativas, tanto tradicionales como de nueva generación, intentan entender a la demanda de una manera distinta, pero al final, excepto alguna contada excepción, acaban derivando en el modelo tradicional.
¿Cómo definiría la filosofía de trabajo de la empresa?
Hemos nacido para introducir nuevos valores en el mercado inmobiliario de obra nueva, como lo son la empatía y la transparencia. Antes -y aún ahora- el comprador de vivienda tenía que pasear por todos los portales inmobiliarios para buscar la vivienda de obra nueva que más se ajustaba sus necesidades. Ahora puede ser parte activa del proceso, ya que el promotor que colabora con nosotros conoce sus necesidades y tiene el reto, junto a su equipo de arquitectura, de darle una vivienda que satisfaga sus deseos.
Otro valor que introducimos, esperemos que para quedarse, es el de la sostenibilidad, tanto energética (nuestros usuarios quieren viviendas energéticamente eficientes) como del propio mercado inmobiliario, de tal modo que se ejecuten únicamente aquellos proyectos que son viables y con un riesgo acotado, minorando en lo posible la creación de las tan temidas burbujas inmobiliarias que nadie desea.
¿Cuáles son los retos de futuro de Viviendea?
Principalmente aumentar el número de usuario activos en las dos verticales. Dejar de explicar el modelo para pasar a la acción. Tenemos usuarios esperando que un promotor haga la vivienda que quieren en muchas ciudades de España, pero el promotor sigue repitiendo esquemas llenos de incertidumbre y haciendo “viviendas exclusivas con acabados de lujo” como argumento de venta. Nuestro argumento se basa en entender al usuario, no desde un “big data” anónimo y alejado de cada particularidad, sino desde el “small data”, es decir, desde el propio usuario, que da sus datos, sus necesidades.
Si vamos todos los actores del sector de la mano se puede cambiar radicalmente la experiencia de compraventa de una vivienda de obra nueva. Pasar de hacer “viviendas exclusivas con acabados de lujo” a la vivienda que quiere el cliente -con las exclusividades y el lujo real que demanda el usuario – es un gran reto, lo sabemos. Y lo podemos cumplir, porque ya lo hemos cumplido.
¿Estamos ante un modelo exportable o replicable en otros países?
Por supuesto y en ello estamos. Pese a no estar en Latinoamérica, tenemos usuarios que se han registrado pidiéndonos que exportemos el modelo y ya estamos en contacto con socios locales en Argentina, Chile y Brasil para lanzar la plataforma a principio del año que viene.
Previamente, en el último tercio del año, testearemos los mercados de Portugal e Italia, similares al nuestro. La globalización, en este caso, permite conectar la demanda que define el usuario y el sector inmobiliario capaz de crearla, casi en cualquier rincón del planeta.
Somos la primera proptech en acceder al programa de aceleración de Lanzadera y CBRE. Finalista del Startup Accelerator del Barcelona Meeting Point 2019 junto a La Salle Technova y la Zona Franca de Barcelona. En 2020 hemos iniciado un camino que nos permitirá hacer crecer la plataforma de forma exponencial, llevándonos hacia una posición de relevancia, como iniciativa innovadora, en el sector inmobiliario.