El Tribunal Supremo dijo: “Lo paga la banca” para luego rectificar y decir: “Lo paga el cliente”… Ahora oímos del Gobierno: “Lo pagará la banca”…. Y, no nos engañemos, la banca llegó para ganar, del mismo modo que cualquier otra empresa y esta gana cuando presta y recibe más de lo que prestó… ¿Cómo acabará este lío? Os lo vamos a contar: Una empresa es rentable cuando sus ingresos superan sus costes y, para ello, debe vender, ofertando un producto que atraiga a un público dispuesto a pagar por ello. Si no logra, como mínimo, ventas que cubran sus costes, está condenada a desaparecer. Por lo tanto, señor futuro propietario de vivienda, mucho me temo que sobre ti, de un modo u otro, recaerá la carga fiscal que ahora, o por el momento, la banca abonará.
Ahorrar en la compra de vivienda es complicado. Posiblemente, a nivel fiscal, es una de las operaciones que más repercusión de Impuestos conlleva y, quien promueve -la empresa que oferta vivienda- busca un beneficio por, precisamente, el riesgo que asume en el negocio.
Dicho lo cual ¿Qué está en tu mano, futuro comprador de vivienda? Entendemos que tienes dos opciones:
- Acudir a la oferta existente, comprando a un promotor… Recuerda que tienes el derecho y el deber de exigir transparencia y profesionalidad a cada uno de los actores que completan la función, porque construyen tu vivienda. Infórmate de cuál es la empresa constructora y de su solvencia. Solicita datos de los profesionales que forman el equipo facultativo y de la dirección de obra y de su experiencia en otros trabajos. Solicita que te informen sobre la situación del suelo/solar sobre el que se edificará tu vivienda -cargas, servidumbres…. En definitiva, información, que te haga sentir lo más cómodo posible y confiar en que, la inversión más importante de tu vida, llegará a buen puerto.
- La auto promoción. Entendemos es la opción más complicada pero tiene sus ventajas ¿lo has pensado? ¿no? Te contamos algunas:
- Accedes a una vivienda nueva a precio de coste: ahorro del beneficio promotor ya que este, no participa.
- Adaptación del proyecto a tus necesidades: ubicación, número de habitaciones, eficiencia energética…
- Control del proceso: Podrás elegir, participar, adoptar acuerdos,… en todo lo referente a la construcción de tu vivienda, desde los azulejos de la cocina hasta el negociado con proveedores.
- Beneficio implícito: El mercado de la vivienda sigue en ascenso. Finalizada la promoción, podrías vender y obtener un beneficio por ello.
Además, recuerda, si “sólo no puedes, con amigos, sí”… La autopromoción puede ser individual (compras suelo, construyes y habitas) o formar parte de un grupo. Existen varias formas, las más comunes son la cooperativa de viviendas y la comunidad de bienes. Tanto la una como la otra, son el vehículo que va a permitirte, junto con un grupo de personas con las que compartes intereses, acometer un proyecto inmobiliario en el que podrás participar, desde el segundo uno, en todos los aspectos que afecten al proyecto.
Así que, desde Viviendea, te insistimos: Ahorrar en la compra de vivienda, es complicado. Pero no por ello debes conformarte con lo que te ofrecen. Da, pide y exige. Piensa que es la inversión más alta y dilatada que vas a acometer a lo largo de tu vida y, es por ello, que debes actuar, ya sea como comprador o como auto promotor.
Y recuerda: No es lo mismo buscar vivienda que #viviendear 🙂